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Control emocional |
Consulta: Frecuentemente
siento que debo controlar mis emociones. Sin importar la sensación de enojo,
ira, felicidad, entusiasmo o deseo, lo hago de forma exagerada. ¿Qué efecto
causa en mi persona esta actitud? ¿Es algo positivo, para mi desarrollo social
y profesional? ¿Cómo puedo equilibrar el autocontrol en mi persona?
Responde: Lourdes Henríquez
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Inteligencia emocional |
El autocontrol excesivo puede ser tan
devastador como ningún control. Se asocia el control emocional como
uno de los factores más importante del éxito futuro y de la gestión de las
emociones, y es característica principalísima de la inteligencia emocional.
Postergar la gratificación es solo propio del ser humano. Pudiendo dejar para
más tarde la gratificación de los sentidos y el dejarse ir. Por eso, podemos
durar todo un año de trabajo, para pasar una o dos semanas de vacaciones, cada
verano.
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El test de la golosina |
Según Walter Mischel, en su libro “El
test de la golosina”, nos confirma que el autocontrol se aprende o desaprende,
según sea el caso, pero que vivir en un eterno autocontrol es estar en
constante atención y tensión, lo cual tiene su precio en la salud y bienestar. Es altamente costoso
porque supone una inversión y gasto de energía enorme.
Aunque paradójico, gran
parte de nuestra vida, necesitamos aprender a dejarnos ir y disfrutar el
momento presente, y también el autocontrol. Solo las personas inteligentes
pueden ser prospectivas, intentar saber cuál es el beneficio a largo plazo de
por ejemplo, estudiar en el presente (controlando los impulsos de
satisfacer necesidades apremiantes) para en el futuro profesional, ser todavía
más competente en forma predecible.
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El arte del vivir |
Hiciste tres preguntas en tu consulta
y es la última que sin advertirlo te da la clave de lo que hay que hacer. Es en
la justa medida, en el equilibrio, donde está la clave del buen vivir. Y como todo arte, solo puede ser
creado por ti mismo. Es muy malo dejarse llevar por las emociones, pero es
peor aún, el no tenerlas.