jueves, 17 de junio de 2010

La Autoexploración en los Cuerpos de los Niños


Un bebé nace sediento de amor, su primer amor es su madre el prototipo para futuros lazos de amor y es desde esa fusión con ella que empezamos a diferenciarnos.

El infante desde que nace posee una naturaleza erótica, y fue Sigmund Freud quien nos hizo consciente de esta realidad.

El tutelaje afectivo sexual se inicia con el nacimiento, y son los besos, las miradas, los toques, las caricias, el estar cercano, abrazando, haciendo cosquillas; lo que le enseña a amar y a descubrir sus sensaciones eróticas.

Todas las formas de contacto afectuoso NO genital, son básicas para su futuro bienestar emocional y sexual.

El contacto físico lo prepara para el amor, la confianza y su sensualidad. Los padres están enseñando los fundamentos de lo que significa ser un ser sexual.

MASAJES

Hoy los estudios de los masajes en los infantes desde la neurociencia nos enseñan otros beneficios como el fortalecimiento del sistema inmunológico, los ayuda a crecer, a estar activos, atentos etc. Ahora bien, la manera en que los padres y maestros responden a estas inocentes expresiones sexuales primarias de un bebé, es lo que va a influenciar las actitudes sexuales de los mismos para el resto de su vida.

Sentirse como en su casa en su propio cuerpo es el primer paso en una relación con otro, conectarnos con nuestro cuerpo, conocerlo, vivir en paz con él, escucharlo, amarlo, confiar en él, descubrir lo que se siente.

El sexo y el amor están relacionados, si él niño recibe el mensaje que el sexo y el amor no están relacionados ¿cómo podrán ser reconciliados más tarde cuando sean adultos y necesiten un desarrollo sexual y afectivo saludable?

MAPA DEL AMOR

Los niños sienten el deseo de estimular sus genitales, porque ello le causa placer, y es junto con las exploraciones sexuales infantiles entre compañeros de la misma edad lo que ayudará a configurar su mapa del amor, a veces, se tocan cuando están consigo mismos porque están cansados o porque el hacerlo los calma.

El juego del ensayo del sexo refleja la curiosidad natural sobre sus cuerpos y es un elemento saludable para el "mapa del amor".

Los aspectos sexuales de estos juegos son naturales para los niños, siempre y cuando ocurran con niños de su misma edad.

Su composición de emociones viene de las primeras relaciones importantes en la vida, (mamá, papá, hermanos...) ellas forman la relación amorosa ideal que buscarán más tarde en sus vidas y en sus sueños.

VÍNCULOS

Aprender que la sexualidad es una función natural y hermosa, que la misma es un motivo fisiológico, y que junto con la necesidad afectiva nos dan las destrezas necesarias para establecer vínculos significativos.

Es necesario tener un vínculo seguro con cada padre, lo que favorecerá la posibilidad de tener una relación persona a persona con cada sexo. Si es niña una buena relación con su mamá le va a dar seguridad y va a confiar más en sí misma, pero al mismo tiempo el vínculo seguro con papá le dará las destrezas para relacionarse con personas del sexo contrario, base de su futura relación de pareja.

La psiquiatra norteamericana Helen Kaplan considera que sí el motivo sexual, no se molesta, si no se interrumpe, si tenemos la sabiduría para fomentarlo con la misma paciencia, respeto y amor que acompañamos el desarrollo humano en otras funciones, como la capacidad verbal o la necesidad de comer, la misma, florecerá espontáneamente.

Crecer supone aprender y practicar, hacer prueba y cometer errores en todos los terrenos: el baile, el estudio, etc. Para desarrollar habilidad y seguridad en cualquier campo, se ha de permitir a la niña y el niño que ensaye la actividad en cuestión en forma de juegos y de fantasías y la sexualidad está incluida.

Ahora bien, en el desarrollo sexual, los límites adecuados son muy importantes. Es necesario enseñarles a los niños que la sexualidad es un terreno muy vulnerable. Llevarlos a respetar los sentimientos de los demás, a no utilizar la sexualidad de una manera destructiva o explotadora. Y esto lo podemos lograr con ejercicios de empatía, poniéndolos en el lugar de los otros.

La terapeuta familiar Virginia Satir nos advierte, que nosotros los padres y adultos en general a la hora de educar tenemos heridas que no han sido sanadas, procesos que no han completado adecuadamente y eso nos impide acompañar a nuestros hijos en sus propios procesos de desarrollo sexual.

Aprender junto con los hijos permite humanizarnos y enriquecer nuestro respectivo potencial humano.

Las emociones conflictivas en torno a nuestra propia sexualidad tienden a convertirse en mensajes negativos para el niño. Mensajes tales como: “Eso es feo...” “Te hará daño...” “A mamá no le gusta...” “Eso es malo...” Es posible que no sean conscientemente entendidos por el niño, pero aun así pueden influir en su conducta sexual y afectiva para el resto de su vida.

Por: Lourdes Henríquez Díaz MA.

Psicóloga Educativa/ Terapeuta Familiar

Centro De Desarrollo Integral Familiar (CEDINFA)

Juan Sánchez Ramírez nro. 31 Suite 203

Edificio: Los Girasoles. Gazcue

Mail: cedinfa@gmail.com

Oficina: (809)221-6959

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